viernes, 22 de marzo de 2013

Chicoa (2013)




 Y seguimos disfrutando de las iniciativas del gremio de la restauración de nuestra ciudad, en esta ocasión auspiciada por el Gremi de Bacallaners, con el patrocinio de la Inédit de Damm y bajo el nombre, antaño pernicioso, de la Ruta del Bacallà, en la que una veintena de restaurantes ofrecen menús basados en ese pescado salado. Como suele ser habitual en nosotros, aprovechamos la celebración de estos eventos para conocer restaurantes que, de otro modo, sería complicado descubrir, bien sea por cuestión de especialidad, localización o, más frecuentemente, coste.
 Esta vez nos acercamos a uno de los templos del bacalao de Barcelona, el Chicoa, en la calle Aribau, y con un aspecto absolutamente tradicional, con pequeñas salas concatenadas y revestidas de madera por todas partes, un ambiente muy rústico y agradable. Cuando llegamos ya teníamos en la mesa un platillo de olivas negras, muy buenas.

 En el menú que ofrecían con motivo del evento, estaba incluida como bebida la cerveza Inédit, y en la web que miramos también el agua, aunque luego vimos en un folleto que tenían allí que no. Resulta curioso que estuviese más actualizada (o fuese más fiable) la información en el papel que en la web, que se supone que permite mayor "cintura" y modificarla al gusto, pero ya lo decía Cervantes: "cosas veredes, amigo Sancho". Con todo supongo que sería un fallo nunca achacable al restaurante y en realidad tampoco fue para tanto, pero son de esas cosas que te chocan, con lo fácil que sería cuidar un poco más estos detalles.

 El pan era del tipo barrita individual, que repusieron con presteza en cuanto se requirió. No me suele gustar este pan precongelado que llega caliente a la mesa pero he de decir que no estaba nada mal.

 El primer platillo fue esta tostadita de escalivada con bacalao ahumado, en una combinación clásica y casi siempre efectiva, y al menos en este caso lo fue, bien las verduras, bien el bacalao y muy bien el conjunto.

 Seguimos con las estupendas cocochas de bacalao gratinadas con alioli y fondo de tomate, en otra habitual elaboración del bacalao, sublimada por una magnífica ejecución.

 Para descansar de tanto bacalao y a la espera de un poco más, llegaron estos fabulosos canalones de espinacas, donde todas sus partes volvieron a estar a un gran nivel, tanto la pasta, como el relleno y el gratinado eran de los de sentar cátedra, y el conjunto de los de rebañar el plato, como así hicimos. ¡Más pan, por favor!

 Como plato principal nos sirvieron un buen trozo de morro de bacalao con samfaina, canónico en el sentido de poder servir de vara de medir, pero que tal vez supuso un pequeño bajón en el menú, no tanto por este plato en sí, sino por la sensación de pasar de platos de fiesta o de celebración a uno más de diario, más corriente, aunque eso sí, de perfecta elaboración y altísima calidad.
 Aunque pensábamos que en el menú estaba incluido un postre fijo, nos dieron a elegir de la carta. Entre la variedad de opciones los elegidos fueron, en primer lugar, la macedonia de frutas, clásica.

  Este no lo recuerdo pero parece un mató con frutos secos, aunque también podría ser una tarta de queso .

 De éste sí que me acuerdo, más que nada porque fue el que pedí yo. Era un helado de yogurt con salsa de frambuesa, rico como siempre.

 Y este era la sorpresa de chocolate, un coulant con una bola de helado servido sobre unas natillas ligeras a modo de salsa.

 Para acabar con los cafés, ¡servidos en platillos con blondas!, que yo pensaba que eran cosas de otros tiempos pero se ve que únicamente eran de locales de otro nivel al que yo estoy acostumbrado.

 Al final la cuenta reflejó los cuatro menús a 34 euros, una botella de agua y los cuatro cafés, lo que la elevó a algo menos de 38 € por persona. Personalmente me gustó mucho el sitio y me pareció un restaurante mas que recomendable y de lo mejorcito que debe existir en Barcelona en su línea, esto es, de cocina marcadamente clásica y con predominancia del bacalao. El público parecía de nivel tirando a alto excepto por los pobrecillos que íbamos a por el menú del bacalao, a los que se nos veía al primer golpe de vista, pero ojeando la carta y algún menú que tienen tampoco parece que cueste un ojo de la cara. Tendremos que volver en otras circunstancias para averiguarlo.



Chicoa
http://www.chicoa.es/
C/ Aribau,73
08036 Barcelona
93 453 11 23 (mejor reservar)
De 13.30 a 15.30 y de 20.30 a 23.30 excepto Lunes por la noche y Domingos

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