sábado, 20 de julio de 2013

Momos (2013)



 Había pasado casi un año desde nuestra primera visita a este restaurante de Gracia, situado entre la plaza del Sol y la de la Vila, cuando por fin, y tras una multitud de oportunidades desaprovechadas, encontramos el momento de volver a él. Se trata de, como ellos mismos se definen, un restaurante de tapas con palillos, lo que en este caso quiere decir de una marcada influencia asiática. Al ser sólo dos pudimos probar muchas menos propuestas que en nuestra primera incursión, en la que habíamos aprovechado que éramos seis personas para degustar una multitud de platos, prácticamente todos con gran nivel de aceptación por nuestra parte.
 Además de la carta fija tienen algunos platos del día que sugiere el personal de sala, de ellos nos quedamos con el cebiche de pescado blanco, de sabor algo menos intenso de lo que nos suele gustar (aunque también es cierto que nosotros somos fanáticos incondicionales del limón), pero aún así de buen nivel.

 Como ya he mencionado, había pasado bastante tiempo desde nuestra anterior visita, por lo que eché mano de mis blogs de cabecera (algún día actualizaré la lista, ¡lo prometo!) para recopilar información y, sobre todo, platos recomendados. Seguramente el más loado sería la berenjena a la Shanghai, que resulta ser un oscuro guiso de la citada hortaliza aderezada con ajo y jengibre, servido en plan tacos, en unas tortitas de maíz que me parecieron más mejicanas que chinas. Estaban muy buenas y nos gustaron mucho, tanto que supieron a poco. Curioso detalle el de la pieza que mantiene cerrado el taco, hecha de zanahoria.

 Otro de los platos ineludibles en este local son los momos que le dan nombre. Se trata de las conocidas y ya típicas empanadillas orientales, que, aunque varía el nombre según el país de procedencia, son bastante similares en su elaboración ya sean gyozas japoneses, jiaozi chinos, mandu coreanos o vengan precedidas por el término más genérico, dumpling. Si queréis más ejemplos podéis acudir a San Wiki, que para eso está y es donde yo he averiguado que "momo" es el nombre que se les da en la zona del Himalaya. La primera vez que estuvimos aquí probamos las de vegetales y las de carne de cerdo y setas, por lo que para ampliar nuestra cultura "momera", en esta ocasión decidimos probar las de gambas y vegetales, que estuvieron estupendas, al mismo nivel por lo menos que el recuerdo de sus parientes. La ración son cuatro piezas pero me acordé de hacer la foto cuando ya le había hincado el diente a una.

 Supongo que por mimetismo con nuestras cenas japonesas decidimos pedir un plato de fideos, y como aquí no sirven nuestros amados y venerados yakisoba, elegimos los "chao mian Kyra", unos fideos salteados con verduras, huevo y carne de cerdo que nos convencieron completamente por su sabor aunque no tanto por el tamaño de la ración, algo exigua, y ya sé que son tapas pero aún así me pareció una cantidad escasa.

 Para terminar nos decantamos por el pato como le gusta al chef Bin, que debe ser la versión del chef residente (¿no se dice así ahora?) del típico pato laqueado o Pekín, un clásico de la cocina china. Aquí lo sirven con los ingredientes por separado para que cada uno se monte los rollitos a su gusto. En la foto se puede ver el pato laqueado cortado en juliana, al igual que la cebolleta y el pepino, y una salsa Hoisin algo más ligera de lo que al menos yo estoy acostumbrado, pero igual es que esta es casera y la que yo conocía era la versión industrial, no sé, no tengo datos para poder opinar por lo que, al contrario que cualquier buen tertuliano que se precie de serlo, lo voy a dejar aquí. Fuera del plano de la foto estaba la cesta con las obleas, casi como unas crepes muy finas, que sirven de soporte y envoltorio a todo este relleno. Nos gustaron bastante aunque personalmente eché en falta el crujiente que aporta la piel churruscadita del pato asado.

 Para beber nos tomamos una botella de agua y otra del "Més que Paraules" blanco, un vino del Pla del Bages muy resultón que ya conocíamos, y como no somos muy amigos de los postres asiáticos y tampoco teníamos demasiado sitio para ellos, terminamos la velada en este restaurante con un par de cafés con hielo. Por todo ello pagamos algo más de 30 euros por persona, que los doy por bien gastados dado lo mucho que nos gustó todo. Un sitio que apuntar en la agenda y tener muy en cuenta, sobre todo si vais a estar por la Vila de Gracia.

 No es habitual en mi añadir nada a modo de posdata a estas (mis) particulares crónicas carnívoras, pero en este caso no me puedo resistir a ello viendo la espectacular cantidad de variedad de botellas de destilados de la barra del cercano Bobby Gin, al que dado lo temprano de la hora a la que acabamos nuestro ágape, nos acercamos a  tomar el preceptivo y digestivo gintónic. Digo lo de la hora porque más tarde se pone imposible de gente que hay, y eso que no es que precisamente regalen las copas.


Momos
http://www.momosbcn.com/
C/ Martínez de la Rosa, 71
08012 Barcelona
932 185 327 (mejor ir con reserva)
de Lunes a Miércoles de 20:00 a 23:30 h. y de Jueves a Sábado de 20:00 a 24:00 h.

No hay comentarios:

Publicar un comentario