miércoles, 5 de marzo de 2014

Los Chiles (2014)



 Había descubierto este restaurante mexicano en mis vagabundeos por Poble Nou y viendo una oferta de una conocida web de reservas de un descuento de un 40 por ciento en la cuenta, nos decidimos a visitarlo y probar su cocina. Tras la preceptiva reserva para la noche de un miércoles, nos presentamos en el restaurante y procedimos a repasar la carta que ya habíamos descubierto en su página web. Aunque al principio el local estaba prácticamente vacío (sólo había otra mesa ocupada además de la nuestra), la afluencia de público fue constante y sin llegar a llenarse del todo, el local llegó a presentar buen aspecto con presencia de clientes en la gran mayoría de las mesas. 
 Empezamos pidiendo un par de cervezas, una Coronita y una Modelo Especial, que nos fuimos bebiendo mientras esperábamos nuestra comida, y la verdad es que en un principio se hizo esperar bastante, hasta que al fin llegaron los primeros. Para poder disfrutar del descuento teníamos que pedir dos platos por persona, ya fuese un primero y un segundo, o un segundo y un postre, que al final resultó ser demasiada comida, pero en gran parte fue culpa nuestra por pedir lo que pedimos.
 Como era la primera vez que íbamos a este restaurante y viendo la existencia en la carta de una botana combinada (botana es como llaman en México al picoteo o a las tapas), la pedimos. Se trata de una fuente con una variedad de entrantes que permite probar varias de las elaboraciones más típicas, y que en este caso incluía nachos, quesadillas, flautas y tostadas, además de unos recipientes con guacamole, pico de gallo y crema agría. A destacar que los totopos de los nachos no eran de los típicos de bolsa sino que eran caseros, es decir, habían troceados tortillas de maíz en triángulos y los habían frito, lo cual les da una textura y un gusto diferentes de los clásicos doritos de bolsa. Las quesadillas son unas tortillas rellenas de queso fundido; las flautas son tortillas enrolladas y fritas, y rellenas de distintos ingredientes entre los que volvía a destacar el queso; y las tostadas son unas tortillas de maíz fritas encima de las que ponen una mezcla de lechuga, tomate, cebolla, carne y frijoles. Todo estaba muy bueno pero las que más nos gustaron fueron las flautas, y las quesadillas que siempre son resultonas.
 El otro primer plato que pedimos fue el ceviche de camarón (o sea de gambas), un plato que ha traspasado fronteras culinarias y que ya se ha hecho un habitual de nuestras mesas, aunque sea un plato originario de Perú y con versiones en casi todos los países latinoamericanos de la costa del océano Pacífico. Para el que no lo sepa se trata de trozos de pescado o marisco marinado en zumo de limón o lima, con distintos acompañamientos vegetales. Aunque en otros restaurantes mexicanos donde lo hemos probado la salsa siempre incorporaba el tomate en mayor o menor medida, la versión de Los Chiles se acerca más a los que hemos tomado en locales peruanos y hasta chilenos, en las que el líquido es básicamente zumo de limón y el tomate únicamente aparece junto a la cebolla, cortado en pequeños cubos que acompañan al ingrediente principal. No estaba malo pero como no era lo que esperábamos nos defraudó un poco. 
 Ya estábamos bastante llenos cuando llegaron los segundos, unas fajitas de pollo servidas en una fuente de hierro muy caliente y la cochinita pibil, presentada envuelta en una hoja de plátano, como si fuera un tamal. En una coqueta funda aparte y para que no se enfriaron nos trajeron las tortillas, de trigo para las fajitas y de maíz para la cochinita pibil. Las fajitas son unas tiras de pollo (aunque también pueden ser de ternera y aquí hasta de camarón), cebolla y pimientos, todo asado o salteado, y se suelen acompañar de crema agria y salsa picante, todo un clásico de la cocina mexicana. La cochinita pibil por su parte es una elaboración originaria del Yucatán, a base de carne de cerdo adobada en achiote, lo que le da su característico color tirando a morado. Nos la sirvieron acompañada de frijoles y dado que fue lo último que comimos lo hicimos ya sin muchas ganas, pero estaba bastante bien.
 A esas alturas ya habíamos acabado las cervezas y al ir a reponerlas nos dimos cuenta que el tirador de cerveza de la barra lucía el logo de la Modelo Especial, por lo que pedimos un par de copas de la mencionada cerveza de barril, algo que no habíamos encontrado todavía en nuestros periplos culinarios.
 Para acabar y ayudar a bajar tanta comida nos pedimos un par de cafés con hielo y solicitamos a los amables y solícitos camareros la cuenta, la que tras aplicar el descuento que ya he mencionado, se quedó en unos míseros 19 € por persona, un precio más que barato dada la cantidad de lo que habíamos ingerido y lo mucho que nos había gustado todo. Claro que sin el descuento la cuenta hubiera ascendido a más de 30 euros por cabeza con la evidente y abismal pérdida en la relación calidad-precio.
 Así pues y por resumir, se trata de un muy buen restaurante mexicano con un coste de lo más ajustado si se va con el descuento y que picaría algo de más de la cuenta si se va sin él. La cocina parece bastante genuina y nos gustó sobre todo el detalle de los totopos caseros, que supongo que también son parte de la culpa de la lentitud inicial en sacar la comida, aunque luego el ritmo ya fue más ágil. Si siguen haciendo ese descuento tan importante seguro que volveremos, y si no es probable que también, aunque con menor frecuencia, claro, que no está la cosa para tantas alegrías.



Los Chiles
http://www.loschiles.es/
C/ Pujades 172
08005 Barcelona
93 485 68 00
de Martes a Sábado de 13:30 a 15:45 h. y de 21:00 a 23:00 h.

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